Cuando tenemos un coche paralizado porque ya está muy viejo, en virtud de que se ha dificultado mucho ponerlo a funcionar, quizá luego de reparar alguna avería se presenta otra casi de inmediato, y así vamos viendo cómo se come nuestros ahorros, en un proceso de nunca acabar, llega el momento en el cual hay que tomar la decisión de deshacerse del mismo.
Otro caso que suele presentarse es el de los coches siniestrados, que guardamos con la esperanza de reunir un capital para comprar todos los repuestos y recuperarlo, pero con el paso del tiempo vamos viendo que los precios aumentan y nunca reunimos lo suficiente para completar la cantidad necesaria para llevar a cabo ese objetivo.
Entre tanto, ese coche paralizado se sigue deteriorando, ya que por el simple hecho de estar inmóvil sele van perjudicando los sistemas o partes que incluso estaban buenos, entonces ya no es nada más lo que estaba fallando, sino que también se va consumiendo lentamente, es por ello que su depreciación avanza. Por lo tanto, lo más conveniente es proceder a darles de baja antes de que su valor siga decayendo.
A veces no sentimos la motivación de salir del coche porque creemos que no ganamos nada con ello, o consideramos que nadie nos va a comprar semejante desastre, por otra parte, pensamos en todo lo complejo que debe ser hacer los trámites pertinentes. Pero en todas esas presunciones nos equivocamos.
Hay sitios de los cuales podemos sacar el mayor provecho posible, se trata de desguaces que se especializan en procesar las bajas coches, con todo lo que ello implica. Como es una inversión que hacen (ellos extraerán el máximo de piezas para luego revenderlas)ofertan una tasación bastante atractiva, tal vez mucho más de lo que aspirábamos.
Facilitan todo el proceso, este tipo de negocios recogen el vehículo en cualquier lugar en el cual se encuentre, están en la capacidad de enviar una grúa para retirarlo si es que ni siquiera se puede mover por su propia cuenta. Generalmente no se cobra por este servicio.
Otra bondad tiene que ver con los trámites ante la Dirección General de Tráfico (DGT), pues se encargan de todo, no tenemos que ir nosotros personalmente, solo hay que firmar la solicitud y ellos se encargan del resto. Al final nos entregan la documentación correspondiente y listo.